Si al rock le agregamos raciones de candombe y country, una porción de folclore y varias de otros ritmos (como una pizca de reggae), escucharemos los temas “Saber cuándo parar”, “Crisis”, “Nació Bonavena”, “El barrio”, “Rompecabezas de amor” y “Ansiedad”. Todos son de Las Pastillas del Abuelo, la banda que debutó en 2003, lleva siete discos editados (el último es “Paradojas”) y se ha convertido en una de las favoritas de los adolescentes, algo de lo que están orgullosos sus músicos.
“Ha sido un año muy bueno para nosotros y nuestra convocatoria ha crecido”, dice, a modo de balance, el guitarrista Fernando Vecchio. La entrevista con LA GACETA se pacta temprano, y ante la sorpresa del redactor, el músico contesta que está haciendo refacciones él mismo en su casa y que fiscaliza los trabajos de otros. “Bueno, no todos los músicos nos acostamos tan tarde. Estamos crecidos ya y tenemos distintas responsabilidades”, agrega.
Las Pastillas está integrada, además, por Alejandro Mondelo, Diego Bozzalla, Joel Barbeito, Juan Fernández, Santiago Bogisich y Juan Comas. Hoy será el número central del festival Rock del Bicentenario, en el club Central Córdoba, con grupos teloneros locales: Arrabal, Solo x hoy y Burro de Arranque.
- Hace unos meses aseguraste que había verdades absolutas que se estaban replanteando...
- Lo conté como una cuestión filosófica más bien, porque forma parte de la madurez. A veces uno se agarra del absolutismo, pero suele pasar que la vida nos pone del otro lado del mostrador y las cosas cambian; no es que vas en contra de lo que creías, pero el punto de vista que teníamos se expande. Lo que era tan negro, ahora comienza a verse gris y lo mismo sucede con los blancos. Uno se reformula los absolutismos. Estamos llegando a los 40 ya; yo ya los cumplí.
- ¿Cómo fue el año del grupo?
- Afortunadamente o lamentablemente, se me juntó todo, porque además tengo una productora de festivales y me permite trabajar con otros artistas; tuvimos numerosas fechas como banda. Fue un año lindo, con un montón de trabajo y logros profesionales, como el primer DVD de Pastillas, el disco platino y tocar en la cancha de Ferro.
- ¿Cómo lo viste al país?
- Nada fácil en lo social, en lo económico. En el micromundo de Pastillas tuvimos un año mejor que otros artistas de renombre, pero el rock ha sufrido al igual que otros sectores. Estamos viviendo una transición, esperamos que nos dejen un país mejor, pero mientras tanto hay que trabajar. Nosotros hacemos música para todo el mundo y la toma quien la toma.
- Son un equipo grande…
- Somos siete músicos socios y otros 12 o 13 que van en la comitiva… Como 20 en total, varias familias en realidad; toda una responsabilidad y con un funcionamiento que tiene horarios poco convencionales. Es complicado lo que hacemos.
- Hay rock, country, candombe y folclore.
- Tenemos mucho respeto por la música y nos hace bien tocar estilos distintos; a veces va una zamba; otras lo que sería una balada, o rock al palo. Nosotros musicalizamos las historias.
- Otros hacen a la inversa…
- Todas las formas de componer son válidas. Le damos mucha importancia a lo que se dice y partimos de ahí. Notamos que no solo crecimos en la convocatoria sino que hay un recambio generacional y es muy bueno que haya aparecido este nuevo público.